Niveles de la práctica

Normalmente nos acercamos al budismo cuando estamos completamente atrapados en nuestras reacciones emocionales frente a la vida y nos sentimos atascados en lo que parece un desbarajuste desconcertante.

Pasamos por varias etapas en nuestra práctica:

1ª FASE

Entras en la primera fase, la más dificil,  cuando empiezas a tomar consciencia de tus pensamientos, sentimientos y emociones. En esta etapa lo  observas todo, el mundo exterior y el interior.
Para ello prestas atención a los estímulos del ambiente y a nivel interior:

A.- Comienzas a clasificar tus pensamientos en positivos, negativos y neutros. Pensamientos positivos son los que te ayudan a conseguir tus objetivos y te dan felicidad, neutros son los pensamientos sobre la vida diaria( tengo que ir al supermercado o a arreglar el coche por ej) . Pensamientos negativos son los que no resuelven nada y te dan sufrimiento, son suposiciones, juicios sobre los demás y la vida en general que no cambian las circunstancias ni a las personas y te llenan de malestar.

B.- Eres consciente  si sobre lo que estás pensando está en tu control o fuera de tu control.

C.- Identificas dónde están tus pensamientos si en la realidad o en la fantasía

D.- Determinas cuál es nivel de probabilidad que suceda lo que piensas, o si es que estás simplemente confundiendo posible con probable.

E.- Observas si tus pensamientos se refieren al presente, al pasado o al futuro

F.- Tomas consciencia si tu cuerpo y tu mente están en el mismo sitio, Normalmente tenemos el cuerpo en un sitio, y la mente en otro, en el trabajo, en lo que tengo que hacer, cuando el único momento es aquí y ahora. Si por la mañana cuando te estás duchando piensas en tu trabajo, no disfrutas de la ducha, si luego estás desayunando y piensas en que tienes  una reunión tampoco disfrutas el desayuno y así sucesivamente, con lo que realmente no estás viviendo el momento. presente.
                  
En esta primera etapa de la práctica comienzas a reconocer lo que está sucediendo en tu interior y el daño que te provoca.
Primero tomas consciencia de tus reacciones emocionales y la tensión corporal que ellas provocan, del modo en que te mueves  en la vida.
Es beneficioso en esta etapa el tomar consciencia de tu estrategia básica para afrontar la presión en tu vida, esto constituye tu rasgo principal de personalidad . Normalmente lo creamos en la infancia como respuesta a la tensión y el sufrimiento: Unos se aislan, otros se vuelven agresivos, dominantes, otros tratan de agradar...

En esta fase todavía emites juicios emocionales: Me han hecho daño, eso no me gusta, él es insoportable,esto no lo aguanto,¿ Y por qué esto me a mi?
Ese es nuestro drama personal. Todos tenemos nuestra propia versión de un drama personal, pero sólo después de un tiempo de práctica nos decidimos seriamente a alejarnos del drama.

Resumiendo: En esta fase tomamos consciencia de lo que somos emocionalmente incluido nuestro deseo de controlar, normalmente lo incontrolable.

2ª FASE

Pasado un tiempo, mientras continúas con la clasificación de los  pensamientos empiezas a experimentar el mundo exterior con independencia de tus estados emocionales.
Ahora te sientes lo suficientemente motivado como para derribar las reacciones emocionales y comienzas a ver que la vida no es problemática, es tu  mente discriminativa y valorativa que emite juicios sobre lo que sucede y lo que no le gusta lo cataloga de horroroso, horrible y horripilante.

Cada vez eres  más consciente del pequeño yo  que habita en tu  interior el cual exige, ordena  que el Universo satisfaga sus deseos y caprichos , con lo cual ya tienes el sufrimiento garantizado.


3ª FASE 

A medida que te implicas  en la práctica comienzas a encontrar algunos momentos de pura experimentación exentos de pensamientos egocéntricos( te gusta-no te gusta) sino que sólo tienes experiencia pura.
 Abandonas el estado dualista de enjuiciamiento (pensamientos, emociones y opiniones sobre ti, otras personas y circunstancias) y  vas adentrándote  en una vida no-dualista más satisfactoria.
Ya has dejado de luchar contra la vida , has dejado ordenar y exigir al Universo y  entonces comienzas  a disfrutar de algunos momentos de experiencia pura.

En la siguiente etapa avanzas hacia un estado no dualista de la vida en la que la base es la experiencia y en la que tus pensamientos  no te dominan, has dejado de ser  una marioneta de tus pensamientos , eres tú el que elige qué pensamientos tener y los que vienen y no te interesan los invitas a marcharse.

El nivel  más evolucionado   es en el que   el ochenta o noventa por ciento de la vida se vive desde la experiencia pura. En esta fase aparece la compasión y el aprecio por la vida, eres  consciente de todos los regalos escondidos en las situaciones, las que te gustan y las que no. 
Has superado la mente dicotómica y ahora abrazas la Unidad, ya no estás situado en el nivel de la mente sino que la has trascendido y vives las circunstancias como se presentan sin ponerle etiquetas ni emitir juicios sobre lo que no está en tu control,  que es casi nada.

 Vives un día cada día con la mente centrada en el aquí y ahora, con pocos deseos y focalizándote sólo en lo que esta en tu control, la mente es ahora una herramienta que usas y no tu dueña, ya no bailas al son de las emociones producidas por los pensamientos de una mente errante, vagabunda y fuera de control.

 Ahora todo está bien tal como está porque las circunstancias y las personas son lo mejor que pueden ser en este momento y ya  lo has  que aceptado así como ya sabes  que si no eres feliz ahora en este momento no lo serás nunca...





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