La verdad del dolor y del sufrimiento

Todos tenemos que pasar por la lección de la pérdida y el sufrimiento, nadie se escapa de ellos. La vida incluye alegría y tristeza. Si estás alerta y lúcido cuanta más basura encuentres mejor entrenarás tu mente si sabes usarla de  manera adecuada.

La mayoría nos pasamos la vida buscando el placer y evitando el dolor pero es un intento vano, más tarde o más temprano nos vamos a encontrar con éste último.
Piensa que la felicidad no es beneficiosa a largo plazo ya que si fuera permanente no aprenderíamos ni creceríamos, la felicidad no nos enseña nada,  ni el sufrimiento a la larga es dañino ya que nos sirve para perfeccionarnos interiormente y para apreciar lo verdaderamente importante en la vida.

He aquí unas directrices para manejar tu sufrimiento:


1.- Libérate de la idea de que no quieres sufrir y piensa que sean cuales sean las circunstancias que vengan no vas a sentirte angustiado por ellas. A menudo la angustia y el miedo es la peor parte de nuestro sufrimiento.

              DOLOR + ANGUSTIA Y MIEDO  =  SUFRIMIENTO

Es una pérdida de tiempo sentir angustia por el dolor, lo único que hace es aumentarlo. Si puedes resolver el problema ¿ Para qué angustiarte? Y si no lo puedes resolver ¿Para qué angustiarte también?


Calma y libera tu mente, deja de sentir ansiedad por tus problemas. Tú eres siempre el que decide si los problemas van a ser más grandes que tú o tú más grande que los problemas, tú siempre puedes elegir si estás por encima de tus circunstancias o por el contrario, por debajo de ellas.
Piensa que cuando estás por debajo de ti mismo es porque tú lo has elegido.

2.- Acepta las dificultades, aprecia las posibilidades de crecimiento interior que te brindan. Intenta buscar todos los benefcios que trae esta dificultad:

     *Cuando pasamos una mala racha es más facil abandonar nuestro egocentrismo.

     *Las dificultades pueden ayudarnos a aumentar nuestra paciencia, tolerancia y   humildad.

     *El dolor puede ayudarnos a ser más comprensivos, a abrir  los ojos a la realidad.

     *Es un tiempo ideal para la autorreflexión y  examinar de qué forma hemos contribuido a nuestro sufrimiento.

     *El pensar que en este preciso momento hay seres que están pasando por muy duros momentos aumenta la empatía y la compasión.

     *Nunca crecerás interiormente en medio de circunstancias placenteras.
Cuando utilizas las dificultades como una forma de preparación de la mente puedes superar la ansiedad y el miedo al dolor, te será posible practicar la paciencia, la aceptación y la humildad, y de esta forma es como te haces más fuerte, equilibrado y estable.

    *Incluso las circunstancias más oscuras y temibles nos brindan la oportunidad de ser más sabios.

3.- Cuando buscamos la felicidad y el final del sufrimiento el único sitio donde tenemos que mirar es en nuestra propia mente.
Es en nuestro interior donde se encuentra la paz, la ecuanimidad, la sabiduría y la alegría.
Cuando aceptes este pensamiento serás completamente libre y dejarás de mirar a los demás o al exterior.
Hasta que logres alcanzar este nivel de consciencia, hasta que seas consciente de esto, te encontrarás siempre en cierto sentido a merced de las circunstancias externas y continuarás siendo afectado por los acontecimientos grandes o pequeños.

4.- Aprende a ver los obstáculos de manera positiva , si puedes evitarlos hazlo, per si no  es mejor que adoptes esta actitud: Las dificultades nos  ayudan a liberarnos de nuestros apego a que las cosas sean como  queremos en suma, nos ayudan a liberarnos de las fantasías que nos impiden ver la realidad, lo que es, no lo que yo quiero que sea.

Al llegar a este punto  descubrirás que eres  capaz de ver y apreciar las lecciones y oportunidades que te brinda toda experiencia.

Cuando observes cada cosa que suceda, ya sea buena o mala, desde esta óptica, estarás ampliando tu  crecimiento interior...

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