La enfermedad es parte de la vida,es algo normal. La salud perfecta es un milagro. Nuestro cuerpo es un complejo sistema que tarde o temprano comienza a fallar.
El miedo nos invade porque sentimos que no podemos controlar el cuerpo, pero piensa que al menos podemos controlar la mente.
Despréndete del deseo de salud, del miedo a la enfermedad y acepta lo que tienes, por supuesto haz lo que esté en tu mano para recuperarte.
Cuando estés enfermo es un buen momento para revisar tus prioridades en la vida y ver a lo que te estás aferrando.
UNA MENTE SANA ES ACEPTAR LAS COSAS COMO SON Y VER QUE TODO ESTÁ CAMBIANDO CONSTANTEMENTE
UNA MENTE SANA ES ACEPTAR LAS COSAS COMO SON Y VER QUE TODO ESTÁ CAMBIANDO CONSTANTEMENTE
Cualquiera que sea la situación de tu cuerpo lo único que puedes hacer es controlar tu estado mental para no tener más sufrimiento.
Piensa que el bienestar no es simplemente la ausencia de enfermedad, hay millones de gente sana y no sienten ninguno.
La practica budista no se centra en ¿Y por que a mí? se centra en cómo puedo utilizar mi enfermedad en mi práctica interior. Hay que aprender a observar lo que nos pasa en el cuerpo sin involucrarnos en ello.
Hay que aceptar las cosas como son y pensar que en este mismo momento hay millones de seres sufriendo el mismo problema físico que yo o incluso peor.
El punto importante no es estar enfermo o no sino cómo estar enfermo
Deja que la enfermedad se quede en el cuerpo y no pase a la mente, ya que si ésto ocurre se añade un sufrimiento más al dolor físico.
Ríndete ante lo inevitable y usa tu enfermedad para entrenarte en el dejar ir y adquirir sabiduría.
La enfermedad puede ser un camino hacia tu liberación, si la aceptas puedes aprender mucho de ella, si no sólo servirá para aumentar tu pesar.
Cuando te sientas mal fisicamente identifica las emociones que estás sintiendo: Rabia, frustración, pena, miedo. Acéptalas, todas son parte de la experiencia humana.
Acepta que aunque el cuerpo esta sufriendo y las emociones sean dolorosas, el cambio es una ley universal ; tus síntomas cambian, tus emociones cambian. Es probable que mañana no sientas lo que sientes ahora mismo.
Utiliza el malestar para practicar la ecuanimidad y la amabilidad para contigo mismo.
Desplaza la mente del miedo a un lugar de calma, acepta la vida como es y no luches.
Hay muchas cosas que no podemos evitar, la enfermedad es una de ellas, nuestros cuerpos son propensos a las enfermedades, queramos o no.
Tal como vemos nuestra enfermedad nos ayudará o dificultará en la posibilidad de sanar
Muchas veces cuando estamos enfermos solamente somos capaces de pensar en la enfermedad, lo que limita las oportunidades de progreso.
No podemos evitar la enfermedad pero podemos evitar que la enfermedad penetre en nuestra mente, podemos transformar la enfermedad en una práctica espiritual y en vez de verla como un obstáculo , podemos transformarla en una fuente de paz. Cuando estás en un estado mental negativo tus síntomas se agudizan, con el estado mental adecuado los síntomas son menos intensos.
El primer paso para transformar la enfermedad y encontrar la paz es estar dispuesto a reconocer nuestros problemas. Problema es nuestra propia interpretación de la situación. Los problemas están en tu mente no en la realidad. La única realidad es que tu cuerpo está cambiando.
El segundo paso es aceptar la situación, ya que la enfermedad física es un desafío suficiente, no necesitas añadirle el componente de angustia mental o miedo. La preocupación te pone tenso y no te va a ayudar a resolverla. No significa que te alegres de tu enfermedad, pero puedes permanecer en un estado de ánimo neutro.
Hay que dejar de odiar la enfermedad y buscar los beneficios de estar enfermo: La enfermedad nos da la oportunidad para desarrollar nuestra mente y expandir nuestra consciencia.
A veces el dolor es tan fuerte que nos mantiene en el momento presente. En lugar de luchar contra el dolor podemos sentir su presencia sin ponerle etiquetas ni juzgarlo.
El beneficio de estar enfermo es aprender a apreciar la salud, nuestra enfermedad puede ser un sutil recordatorio de que en los días en los que nos encontramos mejor, debemos sentir gratitud y disfrutar de cada momento en los que no sentimos dolor.
Lo importante es que tengas confianza, eso no significa que las cosas salgan como quieres sino que no vas a dejar que tu enfermedad altere tu mente..
La clave es estar presente con lo que venga sin identificarnos con ello.
Es el ego el que se identifica con la salud, el que busca siempre en otra parte, un ego que se olvida de que no hay ningún lugar donde escapar. La enfermedad tarde o temprano llama a nuestra puerta.
Lo importante si estas enfermo es estabilizar la mente y relajar el cuerpo.
Es bueno practicar a amabilidad con uno mismo y para ello deja de etiquetar lo que te sucede.
Tienes que aprender a estar abierto a todos los fenómenos y no sólo a los que te gustan.
El sufrimiento se produce cuando te aferras a la salud.
Acepta lo que te pasa, está presente y abierto ante lo que sucede. La enfermedad provoca incertidumbre sobre qué nos va ocurrir, eso a veces es más doloroso que la enfermedad misma. La mente humana siempre busca algo a lo que agarrarse cuando en realidad todo son circunstancias cambiantes.
VISUALIZACIÓN CURATIVA
Con los ojos cerrados y en un estado de relajación visualiza que vas a una isla de curación. Es una isla preciosa con un clima muy agradable, no existe un lugar más relajante en el mundo. Incrustados en el lecho marino hay unos cristales de cuarzo muy grandes y potentes que transmiten una fuerte energía . Adéntrate en el mar hasta donde te sientas cómodo y comienza a notar la energía emanada por los cristales que se transmite a través del agua. Sal del agua y quédate tumbado en la arena disfrutando de la brisa y de tu salud renovada. Siempre que lo desees puedes regresar a tus isla de curación, cuando te sientas preocupado por tu salud o tengas dolor.
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Recuerda: BUENA SALUD ES SIMPLEMENTE LA FORMA MÁS LENTA EN LA QUE UNA PERSONA PUEDE MORIR



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