La aparición de Internet ha hecho posible que tengamos una vida paralela en el mundo virtual que es un ambiente simulado por el ordenador, una realidad virtual , cuyo objetivo último es sustituir a la realidad, en la cual puedes visitar lugares, conocer gente o hacer amigos sin salir de casa.
Cada vez es mas dificil entablar una conversación sin la ayuda de la tecnología ni las redes sociales. Hay personas que constantemente hablan por teléfono o están conectadas.
El mundo virtual ofrece a la persona la posibilidad de separarse de su identidad física. La vida virtual es más fácil, puedes ir donde desees o contacta personas de otra parte del globo.
Estamos conectados pero en el fondo nos sentimos solos. Nos sentimos solos pero temerosos de la intimidad. Los contactos digitales ofrecen la ilusión de compañía sin las exigencias que plantea la amistad. Nos escondemos unos de otros, preferimos mandar un mensaje de texto antes que hablar.
Muchas personas viven sus vidas en función de sus teléfonos móviles y prefieren evitar las llamadas, ya que con los mensajes te acercas pero no demasiado, justamente la distancia adecuada en la que no te implicas.
La pantalla nos protege, el contacto instantáneo nos da la impresión de estar juntos. Se comprende que es fácil sucumbir al hechizo ya que te sientes más libre, te implicas menos, muestras lo que quieres de ti, el teléfono puede revelar mucho...
Hay robots que limpian , otros que cocinan y los teléfonos móviles los usamos como robots de compañía. Los smartphones son ya una parte de nosotros, una extensión de nuestro cuerpo.
Usar internet en exceso crea barreras para nuestra expansión e inhibe la comunicación en las relaciones personales. Tienes menos tiempo para ti, para el ejercicio físico o salir ya que pasas demasiado tiempo sentado frente a la pantalla, en las redes sociales, jugando online o mirando páginas de compras o cotilleos.
Estamos conectados a la red constantemente , no hay tiempo para hacer una pausa y reflexionar sobre nuestra vida. No somos conscientes de que en internet hay una vigilancia masiva y control de lo que hacemos.
Nos hemos vuelto dependientes ya que la red proporciona una gratificación instantánea, nos ayuda a cambiar nuestro estado emocional y satisface ciertas necesidades además de brindarnos una sensación de seguridad y control.
Sabes que tienes adicción cuando no puedes controlar el tiempo que pasas delante del ordenador, te sientes mal si estás desconectado y no estas delante de la pantalla, miras los correos muchas veces al día, hay una pérdida de interés en actividades del mundo real. Estás constantemente mirando, buscando información y desatiendes asuntos importantes.
La adicción es una adicción química, ya que la adicción activa los receptores cerebrales del placer y se libera dopamina y otros neurotransmisores pero se produce una tolerancia y cada vez es necesario pasar mayor tiempo en internet para sentir bienestar. Cuando el placer que nos da la red se suma a que nos produce una alteración en el estado de ánimo en enganche es mayor. Los juegos nos hacen sentir que somos héroes, en las web de citas vivimos la fantasía romántica de encontrar el alma gemela, las salas de chat,Instagram, Whasapp evocan sentimientos de pertenencia a un grupo.
Hay una predisposición genética a las conductas adictivas pero mayoritariamente es un proceso de aprendizaje por condicionamiento que se refuerza en momentos de vulnerabilidad mental, como la ansiedad, depresión y soledad.
La red nos da una falsa sensación de espacio libre y parece mejorar la comunicación pero está contribuyendo al aislamiento, ya que hay personas en las que su vida digital es más interesante que su vida real con lo cual es fácil acabar teniendo dos personalidades diferentes.
Llevamos una doble vida: La de internet y las redes sociales y nuestra vida real.
Se supone que la información que compartimos en la red es un reflejo de nuestra vida real pero no siempre es así, muchas personas proyectan sus fantasías de como quisieran ser, usan fotos retocadas de ellos por ejemplo.
La vida real es estresante lo que facilita a la persona que huya a la vida virtual la cual es la representación de un cuento de hadas que no existe.
Tenemos que tomar consciencia si nuestro comportamiento nos conecta o nos aisla de la vida.
Si pasas más tiempo delante del ordenador que con personas, eres incapaz de tener el teléfono apagado, no puedes salir de casa sin él y vives más tiempo en los ambientes virtuales que en la realidad, tienes un problema. Lo peor es que confundimos la vida digital con la realidad.
Internet crea la ilusión de que estás viviendo experiencias, es una realidad simulada ya que tu mente está separada de tu cuerpo. Hay una falta de sensaciones reales, siempre hay algo entre nosotros y la experiencia. En la vida real usas los cinco sentidos en la vida virtual no.
La realidad es más amplia de lo que nos ofrece el mundo virtual aunque no es tan cómoda y no nos da la gratificación tan inmediata : Sólo con pulsar una tecla tenemos miles de cosas agradables delante de nuestros ojos.
La vida digital limita la riqueza de las interacciones humanas, es una pantalla de proyección de nuestros deseos y fantasías.
Muchos dirán que es real pero ¿Tan real como para sustituir a la verdadera vida?
Tiene que haber un equilibrio entre la vida virtual y la real.
Tenemos un problema cuando pasamos más tiempo en el mundo virtual que en el mundo real.
POR DONDE COMENZAR
1.- Admite que estás enganchado.
Pregúntate ¿ Cómo afecta ésto a mi vida?
¿Puedo controlar el tiempo que paso delante del teléfono móvil o se me ha ido de las manos?
¿Qué parte juego yo en esta adicción?¿Tengo un problema o soy el problema?
¿Estoy dispuesto a cambiar? ¿Estoy preparado?
¿Me beneficia o perjudica el tiempo que paso delante del ordenador?
2. Asume tu responsabilidad y deja de darte excusas.
Pasar demasiado tiempo navegando está llenando un hueco en tu vida. Pregúntate las causas de por qué empleas tanto tiempo en la red : Soledad, comodidad ( es más agradable navegar que leer o limpiar), relacionarte socialmente etc.
¿Por qué necesito estar todo el día conectado? ¿Qué estoy haciendo?
¿Qué hace que esté todo el día delante de la pantalla ?
¿Cómo puedo eliminar las tentaciones?
¿Qué evito con mi adicción?
¿Qué obtengo con mi adicción?
¿Cómo puedo obtener esto sin necesidad de internet?
3.-Genera nuevos comportamientos con pasos graduales.
El primer día no mirar el ordenador o teléfono móvil 15 minutos , el segundo día 30minutos, los fines de semana sal y deja el teléfono en casa.
4.-Quita las aplicaciones
Instagram,facebook twiter, youtube,del teléfono, mantén lo esencial.
La abstinencia total no es aconsejable sino un uso equilibrado de internet, para ello elimina las aplicaciones que son más problemáticas para ti.
6.-Detox digital : Proceso que nos ayuda a estar conectados con nosotros mismos, con nuestra vida real y poder usar también la tecnología. Desconectamos para reconectar.
Para ello:
-Desactiva las notificaciones
-Sal a la calle y socializa más. Programa actividades fuera de casa.
-Desconéctate los fines de semana
-Márcate un tiempo diario para estar en la red.
-Limita el vagabundeo electrónico. No pierdas el tiempo en asuntos irrelevantes.
-Presta atención a una aplicación cada vez.
-Desinstala las aplicaciones que te consuman más tiempo.
-Cambia los patrones de comunicación con tu familia y amigos, haz reuniones presenciales en vez de usar whatsapp.
-Entra en internet para un propósito no para matar el tiempo.
-Apaga el ordenador y el móvil cuando no estés usándolos.
-Quita los dispositivos de tu dormitorio para evitar tentaciones.
-Pon el teléfono móvil o el ordenador en una habitación diferente en la que estés
-No uses el teléfono móvil como alarma.
-No enciendas el ordenador y el teléfono al levantarte.
-Practica actividades libres de tecnología.
-Descarga aplicaciones para saber en qué empleas tu tiempo en internet.
Enfocarte en las interacciones con tu familia y amigos, pasar tiempo en la naturaleza son maneras de desconectar para reconectar. Hay que quitar los bloqueos y distracciones que nos alejan de la paz y la sabiduría interior, cuando los quitamos nos reencontramos con nosotros mismos.
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