LA ADVERSIDAD Y LAS VÍAS DE ESCAPE.

 


La paz no proviene de la ausencia de conflicto sino de la habilidad para enfrentarnos 
a él. El camino hacia la paz comienza donde estamos, el momento es el ahora, el método es la acción y la base es aceptar el curso natural de la vida.

El yo se compone de tres partes:

 El yo básico - Inconsciente, lo instintivo, lo que pertenece al cuerpo, se rige por las emociones y tiene baja tolerancia a la frustración y escaso autocontrol. Imagina al yo básico como un niño travieso y juguetón con pocas ganas de trabajar.

El yo consciente - A él pertenece el pensamiento racional es el Ego, la imagen que tenemos de nosotros mismos.

El Yo superior - Su cualidad es la consciencia, en él reside la sabiduría, se rige por el pensamiento no dual.

Cualquier dificultad que hayas experimentado involucra una debilidad en el cuerpo, la mente racional o las emociones ¿ Cuál es tu parte más débil?   ¿En qué nivel has experimentado más dificultades?

Nuestras mayores luchas ocurren más en nuestro interior cuando nos enfrentamos con el miedo, la inseguridad y la duda, que en nuestro exterior. Esos adversarios internos son una amenaza mayor para nuestras vidas y nuestro bienestar que las dificultades externas. El verdadero enemigo se encuentra dentro de nosotros.

La vida está llena de subidas y bajadas. Utiliza tu vida diaria como un medio para tu entrenamiento interior. Cuando reconozcas esto, cada momento tendrá un objetivo dentro de una marco mayor.

El mayor potencial para tu crecimiento interior lo ofrecen las dificultades de la vida cotidiana: Las relaciones representan un enfrentamiento para el ego, tu trabajo te pregunta ¿ Quién eres tú? ¿ Cuáles son tus prioridades? ¿ De qué eres capaz?

Pregúntate en qué áreas de la vida: trabajo, educación, finanzas, relaciones, salud, necesitas mejorar.

Las situaciones de la vida nos empujan a encontrar nuestros valores más profundos, sopesarlos y escoger. Cada elección tiene consecuencias que nos pueden enseñar algo. Cuando todo va bien nos anclamos en una cómoda rutina y cuando aparecen las tormentas  es el momento en que tenemos que apoyarnos en nuestros más profundos recursos interiores. Aunque no podemos evitar las tormentas sí que podemos cerrar puertas y ventanas de nuestro hogar interior y encender el fuego.

Dependiendo de cómo respondamos, la vida nos elevará o nos hundirá.

Enfocadas con una actitud correcta todas la situaciones pueden fortalecernos. La adversidad nos da la oportunidad de descubrir nuestra verdadera capacidad. El coraje es como un músculo, lo fortalecemos con el uso.

Piensa que la adversidad puede llegar a convertirse en una de los mayores regalos espirituales

APRENDIENDO DE LA ADVERSIDAD

Elige una situación dolorosa y difícil por la que estás atravesando y hazte las siguientes preguntas:

1.-¿ Qué lección tengo que aprender?

2.-¿ Cuáles son las partes positivas de la situación? ¿ Qué beneficio obtendré de ella?

3.-¿ Cómo me va a ayudar este conocimiento?

 Las personas  y las situaciones complicadas no son las únicas puertas para tu transformación pero sí las más seguras.

Cualquier tipo de dolor nos da información sobre algo que necesita nuestra atención ya sea nuestro cuerpo o nuestras emociones.

La adversidad puede ser un regalo porque nos da dos claras opciones:

1.- Seguir igual y sufrir las consecuencias.

2.- Afrontar los retos del cambio.

     Los sabios aprenden de la adversidad, los tontos  la repiten.

Todas las cosas se mueven en ciclos, tiempos de abundancia se alternan con tiempos de escasez. Hay que usar los tiempos duros y estar preparados para cuando llegue la oportunidad.

Es mejor prepararse para una oportunidad que puede que nunca llegue a que aparezca una oportunidad y nos coja desprevenidos.

Los tiempos duros ofrecen oportunidades que no aparecen cuando la vida es cómoda: Nos damos cuenta quienes son nuestros verdaderos amigos o a quienes realmente le importamos por ejemplo.

Recuérdate a ti mismo que si tienes salud, casa, ropa, comida no tienes problemas reales. Si estás centrado excesivamente en tu pequeño mundo, tus preocupaciones, perderás de vista el marco mayor de la vida, perderás la perspectiva.

Hay tiempos en los que sólo podemos encontrar el coraje para asumir que las circunstancias en las que nos hallamos son lo más perfectas que pueden ser para nosotros. Siempre hay un regalo escondido en cada adversidad. Esto no hace la adversidad más fácil sólo le da un sentido más profundo.

El dolor, ya sea físico, mental o emocional es una tormenta de fuego que purifica todo lo que se encuentra en su camino, enseñándonos nuevas lecciones. El sufrimiento ocurre pero no dura siempre y cada dolor soportado contiene una lección.

Hay que entender y aceptar los ciclos naturales de los buenos y malos tiempos y sacar beneficio de los ambos.

Lo que ha de dar luz ha de soportar quemarse dice el aforismo hindú


 

Sal de la autocompasión y acepta el poder que tienes para cambiar tu situación actual. 

Todos vivimos en mundos diferentes, el mundo de nuestras mentes ¿ De qué color es el cielo de tu mundo?

La lecciones de la vida suelen aparecer como fallos o fracasos, pero el verdadero fracaso es no aprender la lección. Una lección se repite hasta que se aprende. Sabremos que habremos aprendido la lección cuando nuestra actitud cambie. Antes o después todos aprendemos las lecciones de la vida.

Son las ilusiones de la mente egocéntrica las que generan la mayoría de nuestros problemas, confundimos la realidad con nuestros pensamientos acerca de la realidad.

Despertar significa ser consciente  de que percibimos la realidad a través del filtro de nuestros deseos y miedos.

En cierta medida cuando miramos el mundo de la otra gente vemos nuestra propia mente.

Abandona las ilusiones y considera siempre las consecuencias a largo plazo de tu comportamiento y no pretendas que esas consecuencias no existen.

Somos seres de energía. La energía la tomamos del aire, de los alimentos, o de los otros. Nuestros pensamientos también producen energía, cuando son negativos alteran el fluir energético de nuestro cuerpo y generan obstrucciones con lo que se produce dolor y sufrimiento. El dolor o el estrés crean la necesidad de desprendernos de la energía bloqueada, de la obstrucción. Las obstrucciones pueden ser físicas como las malas posturas o los malos hábitos alimenticios, mentales como las preocupaciones y  emocionales como la tristeza o la ansiedad.

Suele haber unas puertas de liberación de la energía o puertas de
liberación del estrés. Alcohol, tabaco, drogas, ejercicio, comida, compras, sexo, ira, ofrecen al Yo básico una manera de reducir la energía acumulada.

Todas la vías de escape tienen beneficios y costes. El principal beneficio es la sensación de satisfacción y reducción del estrés interior. Hay que considerar las consecuencias de cada puerta de escape y hacer nuestras elecciones en consonancia.

Al igual que el alcohol y las drogas una enfermedad nos da una debilidad que se aproxima a la relajación. A pesar de los desagradables síntomas las enfermedades nos relajan haciendo desaparecer la energía acumulada. Las lesiones también tienden a reducir el nivel sobrante de energía estresante ya que el cuerpo usa la energía para curarse a sí mismo..

Las puertas de escape son variadas:

-Ver una comedia.-  La risa nos beneficia. 

-Los dramas. -La pena y el enfado también pueden liberar el estrés

-el suspense.- Libera la tensión

-los thriller.- Son una vía de escape del miedo

-los parques de atracciones ofrecen el máximo miedo con el mínimo riesgo y también liberan el estrés.

- Las actividades prohibidas o tabú, subir por el borde de la barandilla en un puente, cualquier cosa que nos haga subir la adrenalina al terminar dichas actividades nos produce una relajación de la tensión interior.

-Comer en exceso es una de las más populares y universales puertas de escape de la energía. 

-La crueldad en el trato, los insultos alivian la tensión, 

-el sexo indiscriminado es una puerta de escape al estrés.

A menos obstrucciones internas menor necesidad de puertas de escape.

A menudo combinamos diferentes puertas de escape para liberar el estrés. Cuando una puerta de escape interfiere en nuestras vidas se genera la adicción.

El alcohol o las drogas son una manera pasiva y fácil de escapar de las obligaciones, la enfermedad es una puerta de escape para los que no tienen acceso a otras maneras de liberar energía o puede ser  una manera de llamar la atención. 

El comer en exceso sirve de aislamiento psicológico de la vida, con la comida se intenta llenar la ausencia de algo que nunca se llenará hasta que aprendamos a amarnos a nosotros mismos. La ira es la puerta de escape del dolor, el odio o la frustración.

Podemos escoger cómo vamos a dar salida al estrés en vez de quedarnos atrapados en nuestras puertas de escape.

En la vida primero tienes que saber qué es lo que debes hacer, luego sentir que tienes que hacerlo y finalmente hacerlo. Cuando decimos : “Sé lo que tengo que hacer pero no encuentro la disciplina, ¿Cómo me motivo?” En realidad lo que estamos preguntándonos es ¿Cuál es el camino fácil?

En el planeta Tierra “fácil”  es difícil de encontrar. Cualquier cosa que consigas requiere esfuerzo y coraje. Si vamos a por lo que queremos encontraremos algún tipo de dificultad, si abandonamos encontraremos otro tipo, de cualquier manera la vida es difícil. Un cambio positivo requiere una inversión de tiempo y energía.

Los que no han aceptado cómo funciona el mundo buscan el camino más fácil, la fórmula mágica que produce algo a cambio de nada.

Los problemas complicados tienen una solución fácil que no funciona.

Cada cambio positivo, cada salto a un nivel superior de energía y consciencia incluye un rito de transición, cada vez qe subimos un peldaño en la escalera de la evolución personal tenemos que pasar por un periodo de incomodidad, de iniciación. La disciplina necesaria para este cambio requiere un marcado período de incomodidad para ajustarnos.

Las iniciaciones no se vuelven más fáciles a medida que las atravesamos símplemente nos acostumbramos a ellas. La incomodidad acaba convirtiéndose en un sentimiento de alegría y satisfacción


El túnel de la transformación tiene una luz brillante al final

La vida raramente tiende una alfombra roja entre nosotros y nuestros objetivos.

Para encontrar el deseo de cambiar hemos de darnos cuenta de que nuestra situación actual no está funcionando bien. La respuesta no está en cambiar un exterior, que a menudo no se puede, sino en cambiarnos a nosotros mismos.

Cuando nos sentimos atrapados sin posibilidad de ir a ningún lado podemos usar la insatisfacción como combustible para salir corriendo del atasco emocional en el que estamos. Imagina las consecuencias positivas del cambio. La imaginación crea nuestra realidad.

Escribe un cambio que tengas que dar. Anota las razones del yo básico, tu yo consciente y tu yo superior para el cambio. El cambio implica un salto a lo desconocido. Visualízate cumpliendo tus objetivos. 

Al que normalmente tenemos que convencer para el cambio es al yo básico que se rige por el principio del placer. El yo básico debe ver los beneficios para que actúe.

Si no se da el cambio esperado los fracasos son los peldaños entre nosotros y nuestros objetivos. Aprendemos a través de los fallos pero ser inteligente significa no repetir el error una y otra vez.

El cambio no es una cuestión de dejar de hacer algo sino de hacer algo diferente.Tómate el tiempo para deliberar pero cuando llegue el momento de la acción deja de pensar y actúa.

Todo el mundo quiere cambiar pero no todo el mundo lo desea o suficiente como para pasar el período de iniciación e incomodidad. El cambio no ocurre hasta que nos comprometemos con él. Estar comprometido significa vivir el compromiso sin importar lo que ocurra

Si una situación no funciona haz todo lo que sea para que funcione, esto significa explorar nuevas opciones y posibilidades en vez de tolerarlas pasivamente o tratar de escapar de ellas.

La mejor forma de escapar de un problema a menudo es solucionarlo

Cuando tus sentimientos más profundos te dicen que tu dirección actual ya no te sirve entonces deberías comprometerte en una nueva dirección.  
Los grandes proyectos no son realizados con la fuerza sino con la perseverancia. Antes de aventurarte por algún territorio nuevo, párate para aceptarte y apreciarte tal como eres ahora mismo, ama, entiende y honra a tu cuerpo y tu mente, tus emociones, tus puntos fuertes, tus debilidades, tus hábitos, tus fracasos y aciertos...

No olvides que la mente es como un paracaidas, funciona mejor cuando está abierta.





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