LA PAZ NO ESTÁ FUERA DE TI


La causa de nuestros problemas es el escaso valor que nos concedemos a nosotros mismos: Los celos, la ira, la desesperación, la depresión son fenómenos mentales que dependen de nosotros, aparecen porque nosotros los hemos creado, parecen existir porque creemos en su realidad pero no están ahí fuera. Ha llegado el momento de que bases tu vida en otros cimientos.

La inquietud procede de la tensión provocada por tus pensamientos, para controlarla no te vuelvas hacia atrás ni te proyectes hacia adelante ; tienes que centrarte en el lugar donde te encuentras, deja de dar vueltas a los pensamientos relativos al pasado o al futuro, permanece en el presente.

Recuerda que todas las cosas son pasajeras, ilusorias y que de un modo u otro producen sufrimiento, son vacías, no tienen una existencia independiente sino subordinada e inestable, así como no existe un yo estable y duradero.

Concedemos una importancia desproporcionada a los pensamientos que nos producen sufrimiento.

Normalmente sufrimos porque estamos sufriendo. El sufrimiento primario es doloroso pero la simple idea de sufrir añade a esta experiencia un dolor adicional, un sufrimiento secundario.

El sufrimiento primario está vinculado a hechos precisos, el sufrimiento secundario procede del desconcierto de nuestra consciencia ante el sufrimiento primario.

Es conveniente que hagas la siguiente meditación:

Empieza recordando todos los sufrimientos primarios que tienes: Acidez de estómago, sofocos, cansancio, dolor de espalda, tensiones musculares, etc . A continuación revive la experiencia de estos sufrimientos y recuerda que raramente transcurre un instante del presente sin que al menos aparezca uno de ellos.

Ahora medita sobre el dolor más intenso que hayas sufrido en el pasado y pregúntate si surgirá en el futuro.

¿ Te librarás de los sufrimientos que aparecen con el paso del tiempo como la pérdida de memoria, artrosis, cataratas, osteoporosis? Seguro que no. Visualízate viviendo todo eso.

Ahora pasa a observar tus sufrimientos mentales que se dan en el presente: Ansiedad, cólera ( la cólera agrava el sufrimiento que nos causan las dificultades) confusión, miedo ; ahora recuerda los que se dieron en el pasado y piensa en los que indefectiblemente se darán en el futuro.

El paso siguiente es meditar sobre el sufrimiento que aparece cuando se acaba algo que te gusta:. Unas vacaciones, una relación..

¿ Has tenido una buena experiencia que haya durado siempre ? ¿ Te has sentido alguna vez 100 % feliz?

Piensa ahora en los sufrimientos que tienen las personas que te rodean, vecinos, parientes...

¿ Existe una sola persona que está a salvo de uno u otro grado de sufrimiento?

Reflexiona sobre todas las personas que no conoces, algunos están enfermos, ansiosos, solos, comprueba que el sufrimiento es universal.

Debemos evaluar una y otra vez el mundo que nos rodea y conceder menos importancia a fenómenos ilusorios y transitorios.

RECUERDA QUE SIEMPRE ES POSIBLE MEJORAR NUESTRA SITUACION CAMBIANDO EL ESTADO DE ÁNIMO Y PARA ELLO HAS DE CAMBIAR TUS PENSAMIENTOS.

Para controlar la mente hay que sustituir la motivación basada en el deseo ( en el me gusta-no me gusta) por una basada en el concepto de lo que hay que hacer, de lo que me beneficia o perjudica.

Un hombre se convierte en lo que es su mente, este es el secreto eterno

Lo primero que debemos hacer para controlar a esa creadora de mundos que es la mente es ser conscientes de lo que estamos pensando. En la mayoría de la gente el pensamiento no es sino siervo del deseo.

Hay que controlar los pensamientos vagabundos observándolos. El mejor medio para liberar la mente es fortalecerla mediante el ejercicio continuo.

Debemos meditar sobre lo que no esté claro, sobre cualquier cosa de la vida que nos confunda hasta que nos llegue la respuesta y ver si está respuesta satisface a nuestra mente y a nuestro corazón.

Si encuadramos exactamente el problema y persistimos incansablemente en nuestra reflexión es seguro que se hallará la solución. Siempre la hay o cambiamos las cosas o cambiamos nuestra actitud ante ellas.

La mente tiene dos niveles uno ligado al deseo y otro más elevado libre de él, cada vez que surja un problema hay que verlo desde esos dos niveles.

Cuando observemos nuestra mente es necesario que nos preguntemos   ¿ De quién es esta mente? ¿ Y quién es el que la observa y la contempla? Una vez que nos hayamos desvinculado de la mente, el paso siguiente es observar con calma el flujo de pensamientos que van y vienen, contemplándolos como podríamos ver los transeúntes de la calle desde una ventana. Observa la coherencia del flujo de los pensamientos y cuales son sus leyes. Los pensamientos siempre van seguidos por estados emocionales que nos benefician o perjudican, observa donde te llevan tus pensamientos, si te hacen sentir mal y sin ganas de nada.

Usa el nivel superior de la mente donde no hay deseo ni aversión y estos estados mentales desaparecerán. Intenta fomentar los pensamientos positivos que producen consecuencias favorables.

Controla el vagabundeo mental porque tarde o temprano la mente se posa en algo negativo que te produce sufrimiento.

El mejor modo de controlar una mente a la deriva es apartarse de ella y observar hacia donde vuela y por qué, una vez que lo hayamos descubierto resultará relativamente fácil controlarla de nuevo.

La realidad está formada por la unión de los contrarios, es inútil imaginar que podemos tener uno de los polos sin tener el otro. Ambos son necesarios y deben estar perfectamente equilibrados: Frío-calor, alegría-tristeza, salud-enfermedad, vida-muerte... La inspiración se sigue de la espiración, la noche sigue al día, el invierno al verano, del mismo modo que la muerte sigue a la vida.

                            Acepta la polaridad , dejarás de sufrir.

El llamado mundo externo, el ambiente que parece rodearnos es una
proyección de nuestros estados psíquicos internos. 
Vemos lo que proyectamos de nosotros mismos, la pantalla en sí es neutral.

El único modo de alcanzar la paz verdadera es librarnos de nuestros tiranos internos como el odio y el miedo, que penetran en nuestra mente y debido a nuestra indulgencia se convierten en huéspedes intolerables.

La paz no está fuera, es en nuestra mente donde debemos buscarla, Tu mente es la precursora de todas las cosas en tu vida.

Placer y dolor son simplemente creaciones de los sentidos, algo que no me gusta le llamo dolor y algo que me gusta lo llamo placer.

Llegarás a la sabiduría cuando viajes por tu senda interior sin ningún lugar donde aposentarte, ligero de equipaje, sin buscar más seguridad que la que hay en ti mismo, sin pedir nada, contentándote con cuanto se presente, siempre hacia adelante y hacia arriba.

No olvides que todas las cosas tienen dos caras, si la parte delantera está brillante iluminada habrá una parte trasera correspondiente que está oscura.























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