CARTA AL LASTIMADO NIÑO INTERIOR


Mi querida niño :

Veo que tienes  ansiedad, un pellizco en el estómago y  un cierto malestar mental. Lo primero que tienes que hacer es parar y observar los pensamientos que hay en tu mente y debatirlos racionalmente usando la herramienta de las 4 nobles verdades y las tres características de la existencia: La existencia es insatisfactoria, llena de problemas y sufrimiento, es el deseo de que las cosas sean como tú quieres y no aceptarlas como son lo que está creando  las molestas emociones que te agitan.
Observa como tus pensamientos entran dentro de algunas de estas categorías:
Es injusto que...quiero que...
No puede pasarme esto, debo tener esto para...
No puedo más..., nadie hace ...
Las cosas deberían..., es necesario que...
Que mala suerte..., ojalá que... y muchos otros más pero el modelo siempre es el mismo: Estás haciendo depender tu felicidad de cosas que escapan a tu control, quieres una existencia libre de problemas y contrariedades, deseas lo que no puedes conseguir, exiges que los demás se comporten según tus esquemas, no quieres estar enferma, ser mayor, estar sola o haber perdido a tus seres queridos, cosas que suceden inexorablemente a todos.

Pregúntate si vas a seguir haciendo depender tu bienestar de que las cosas salgan como tú quieres lo cual sucede raramente. Si no cambias esta premisa acabarás en un callejón mental sin salida. Todo es transitorio, impermanente, la salud, belleza, amigos, parientes, tarde o temprano los pierdes, son las leyes de la naturaleza. Las personas se comportan como quieren ellas y no como tú quieres. Deja de considerar que todo tiene que girar a tu alrededor. Siéntete una pieza minúscula del Universo en el cual tienes escaso poder. Tu mente es el territorio donde puedes ejercer tu poder personal pero debe estar entrenada en el abandono de los deseos y con tu mayor enemigo mantenido a raya: Tu ego, el que ordena y manda, el que exige al universo y a los demás, el que impone sus puntos de vista ...

El día normalmente comienza con problemas: El coche no funciona, la tarjeta del banco está bloqueada, el vecino de abajo te molesta con ruídos, estás cansada, te duele la cabeza... y cosas por el estilo, esa es la vida, no son tus problemas los que te abruman, los problemas no están en las cosas sino es tu mente la que los crea, los fenómenos son abiertos, las circunstancias no tienen color, eres tú la que las colorea, son tus deseos que no se cumplen lo que hacen que te sientas mal.

¿No es mejor resolver lo que se pueda resolver sin tener que depender emocionalmente del exterior? Tarde o temprano todo resulta insatisfactorio y acabará dando sufrimiento o aburrimiento, despréndete de las ilusiones y de los deseos y entra en el reino de la Unidad donde existen todos los contrarios y hay una paz infinita ya que el ego deseante ya ha perdido su poder. Suelta los deseos, sólo te hacen sufrir, haz lo que esté en tu control para conseguir lo que quieres y suelta el resto, hay más sufrimiento que felicidad si tu vida la dirige el ego con sus innumerables demandas; repitete, hoy no tengo deseos...

Di sí a lo que es y no puedes cambiarlo, actúa cuando puedas hacerlo, si no puedes sigue la corriente y entrégate a las circunstancias, no exijas nada a nadie, abandona las esperanzas y encontrarás la paz, la paz es la ausencia de deseos. Acepta la vida tal y como es y a los seres humanos tal y como son, no es que te guste pero es el precio que tienes que pagar por tu paz.


Por supuesto que todo lo que estoy diciendo ya lo sabes, sólo cuando llegues a sentirlo, es decir, cuando pase pase de tu mente tu corazón,a tus emociones, empezarás a actuar.



Te quiero

Tu Yo Superior

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