LA MADUREZ EMOCIONAL

 


El malestar surge de las necesidades que no pueden satisfacerse. En la medida que una persona es capaz de extraer de su ambiente las cosas que necesita para sobrevivir y para sentirse cómodo en el mundo que le rodea podrá continuar la existencia en el plano biológico y psicológico

El problema es que a menudo confundimos deseos que no están en nuestro control con verdaderas necesidades y los colocamos al mismo nivel. 

Hay que adaptarse a las leyes de la naturaleza ya que estamos regidos por ellas: Envejecer, enfermar, morir y perder a nuestros seres queridos son leyes de la naturaleza, cuando para ti es necesario que esto no suceda, haces de tu vida un infierno.

El drama de tu vida se desarrolla en tu mente. El pensamiento es el ensayo teatral en el que se lleva a cabo la fantasía de como son las cosas.

La mente emplea tácticas para distorsionar la realidad con el objeto de evitar la insatisfacción, por ejemplo usamos la evitación, con el único propósito de mantenernos en un posición cómoda que se basa en la idea de que el exterior tiene que proveernos de lo que necesitamos, esto es lo mismo que decir que nos aferramos a la idea de que aún somos niños.

Somos infantiles porque tenemos miedo de asumir responsabilidades. La madurez emocional es el paso del apoyo ambiental a la autonomía .

La persona inmadura no utilizará su potencial para conseguir su autonomía sino que intentará modificar el ambiente ( en el que se incluyen los otros) para conseguir apoyo y en lugar de desarrollar su potencial, manipula a los demás : Exigiendo, mostrándose desvalido, haciendo el papel de tonto o halagando.

El resultado de esto es el “impasse” (callejón sin salida) el cual se produce cuando no podemos apelar a nuestros propios recursos y no tenemos apoyo exterior inmediato.

El impasse también surge porque queremos evitar frustraciones de la vida con lo que cortamos el proceso de aprendizaje .

Cuando el exterior no nos da lo que necesitamos y no contamos con recursos propios, nos hundimos psicológicamente.

Cuando estamos psicológicamente sanos a medida que surgen las necesidades nos ponemos en contacto con el ambiente exterior para satisfacerlas, utilizando los sentidos y el intelecto para observar y ver que tenemos que hacer. El mundo se abre ante nuestro ojos. Esta capacidad de ver es la salud, a la inversa puede definirse a la persona inmadura o no sana psicológicamente como aquel que no puede ver lo que es obvio.

Salud mental es igual a capacidad de ver la realidad en mayor o menor medida.

La solicitud de apoyo constante mantiene a la persona en un estado infantil.

La madurez supone la plena identificación con uno mismo y esto puede lograrse si estamos dispuestos a asumir la plena responsabilidad por nuestras acciones, sentimientos y dejamos de mezclar realidad ( lo que es) con fantasía ( lo que yo quiero que sea )

Se cual fuere la frustración con las que nos topemos siempre hay una forma alternativa de satisfacer nuestras necesidades. Si aceptamos la frustración y los sentimientos desagradables las situaciones tienden a concluirse más rápidmente.

El contacto con el mundo exterior sigue un ritmo dependiendo de las circunstancias, a veces una confluencia, otras una unificación, otras un aislamiento.

Debemos estar atentos a la polaridades pues toda energía se diferencia en opuestos. Hay muchas parejas de opuestos. Solo podemos estar alerta y gozar de la perspectiva de las polaridades cuando poseemos un centro, cuando lo perdemos o no lo tenemos, se rompe el equilibrio interno.

Hay una serie de preceptos que serán útiles para tu vida:

1.- Vive ahora, preocúpate del presente antes que del pasado o el futuro.

2.- Vive aquí y ocúpate de lo que está presente antes de lo que está ausente.

3.- Deja de imaginar cosas, experimenta lo real.

4.- Deja de pensar cosas innecesarias, en lugar de ello vive en tus sentidos, huele, mira, oye..

5.- Exprésate en vez de manipular, explicar, justificar o juzgar.

6.- Entrégate al sufrimiento de la misma manera que te entregas al placer.

7.- No limites tu consciencia

8.- No aceptes otros “debes ni deberías” que los que tú te impongas.

8.- No idolatres a nadie

9.- Asume la plena responsabilidad por tus acciones, sentimientos y pensamientos.

9.- Acepta ser como eres.

No somos juguetes indefensos del azar sino creadores de nuestro destino. La experiencia única de estar en el mundo implica la disposición a vivir el momento actual, abrirnos a las experiencias, tener confianza en nosotros mismos ante lo que nos suceda, discriminar entre realidad y fantasía y renunciar al control.

Hay que aceptar las frustraciones de la vida y tener plena consciencia de nuestra muerte futura así podremos poner las cosas en su justa perspectiva. El aprendizaje es un cambio en la conducta como resultado de la experiencia.

El pasado y el futuro pertenecen al terreno de lo imaginario, una persona sana es aquella en la que la consciencia disuelve sus bloqueos, experimenta sus necesidades y ve las posibilidades que hay en el ambiente para satisfacer sus necesidades tratando de llegar a soluciones de compromiso creativas.

El problema del ser humano es que por una parte tiene consciencia de sí mismo a diferencia de otros seres vivos lo cual le hace sentirse muy importante respecto a ellos y por otra parte tiene consciencia de su mortalidad o que le produce una sensación de miedo y de frustración, suspendido entre estos dos polos está en un estado de tensión de la que aparentemente no puede liberarse.

El propósito del budismo es que nos percatemos de la vida y la muerte y
nos desapeguemos de ellos. Permanecer en el presente es la piedra angular de la meditación

La atención pura se preocupa del presente sin tratar de escapar con pensamientos acerca del pasado o del futuro

          

             Ahora = experiencia = consciencia = realidad = verdad

 

¿Eres consciente de lo que estás haciendo que te impide obtener lo que necesitas en este momento?


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