viaje al corazón de la realidad

Las causa que nos impide estar en paz está dentro de nosotros.
Sea cual fuere tu estado mental has de recordarte que ese estado es impermanente y recuerda también que personas o situaciones lo que más pueden provocarte es un estado mental.
La impermanencia está siempre presente, es algo sobre lo que debes meditar: Nada es permanente, nada es seguro, nada es completamente satisfactorio. Tu mente al comprender esto deja de aferrarse a las cosas.
No hay que angustiarse por el pasado ya que el pasado no existe, sea lo que sea que ocurriera, tampoco has de preocuparte por el futuro, sea lo que sea, surgirá y desaparecerá.

La existencia se desliza entre peligros y problemas. Nuestras posesiones no nos pertenecen, algún día habremos de dejarlas, el último día de nuestra vida tendremos que dejarlo todo incluso el cuerpo, un cuerpo en el que las enfermedades, el sufrimiento y la vejez se instalan en él y nosotros simplemente convivimos  con ellos a lo largo de la vida .

Normalmente intentamos eliminar el sufrimiento para que aparezca la felicidad. En general pensamos que es la felicidad la que nos dará paz pero la felicidad se produce cuando se cumplen nuestros deseos y la paz se produce cuando somos independientes de personas y circunstancias . Por tanto la felicidad implica sufrimiento , ya que más pronto o más tarde la perdemos.
Siempre que nuestros pensamientos estén en armonía con las cosas tal como son nos sentiremos bien.          
         
Nacer y desear ser feliz y gozar sin jamás morir no es una visión correcta sin embargo es lo que la gente quiere y por eso no deja de sufrir.

¿Qué es ver las cosas como son? Ver que todo es transitorio, casi nada está en tu control y estás envejeciendo a cada momento en un cuerpo que habitas pero que verdaderamente no es tuyo, si de verdad fueras su propietario no dejarías que enfermara .

Si sólo observamos las cosas de manera superficial nos parecen reales, pero al analizarlas en su esencia no son más que fenómenos pasajeros: Tan solo son un cuerpo, una mente, un estado de felicidad, un estado de sufrimiento.

No te identifiques con tus estados mentales, sé consciente de lo que está teniendo lugar en tu cuerpo y tu mente pero no te apegues a ello.

La falta de paz se debe a una interpretación erronea de los fenómenos.
Sea lo que sea que ocurra en tu campo de experiencia, simplemente es lo que es.
Cuando algo te gusta decides que es bueno y cuando algo no te gusta es malo, sin embargo no es más que tu mente discriminadora adjudicando significados a los objetos externos.
Piensa que de algún modo nunca se dan las condiciones ideales. Cuando tu mente esté feliz o sufriendo, cuando tengas una reacción de rechazo o satisfacción reconoce estos estados tal y como son y si no te apegas , es decir, no te identificas con ellos, siguen su propio curso.

                       Deja que las cosas sigan su curso natural.

Considera que los pensamientos no son más que fenómenos y como tal impermanentes.
Sufrimos porque deseamos cosas que no podemos obtener, tenemos toda clase de deseos y queremos que todo salga de una determinada forma.
Si comprendes correctamente la realidad reconocerás un estado de calma o de sufrimiento como situaciones pasajeras. ¿ Qué clase de sensación experimentarás entonces? Paz químicamente pura sin diluir.

No le des tanta importancia a tus estados mentales y piensa que tu mente se distorsiona por el apego a los estados  que dan placer y por la aversión a los estados mentales que dan sufrimiento.
La mente se identifica con los pensamientos que surgen en ella. Si se trata de un pensamiento sano y positivo, deja que la mente reflexione en él pero si se trata de un pensamiento que no te ayuda a conseguir tus objetivos y te da sufrimiento, deja de pensar en él al instante.

Mantén la actitud de no apegarte a nada, es decir, no hacer depender tu bienestar de tal o cual cosa que no esté en tu control.
La paz se encuentra más allá de desear o no desear algo. En la paz verdadera no hay ningún deseo que no esté en tu mano alcanzarlo.

Los deseos inasequibles nos causan un profundo sufrimiento. Por tanto hemos de examinarlos a fondo y reflexionar sobre ellos.
Todo bienestar que depende de cosas externas no es un bienestar que proporcione libertad.

Por qué este mundo es tan problemático? Porque queremos seguir siempre nuestras inclinaciones y hacer que las cosas salgan como queremos y deseamos, que todo satisfaga nuestras expectativas...

Vivimos en mundos irreales creados por nuestra mente.

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