PROBLEMAS Y PSEUDOPROBLEMAS

La mayoría de las personas están inmersas en mayor o menor medida en lo que ellas consideran que es un problema. Lo único que les obsesiona es solucionar su problema: “Estoy tan solo” “Mi vida no tiene sentido” “Lo tengo todo pero no soy feliz” y muchas cosas más.

De hecho, lo que consideramos un problema es en realidad un pseudoproblema.

Si embargo el problema real no es la parte que divisamos con facilidad, lo que asoma a la superficie, sino la porción del iceberg que se oculta bajo el agua. Mientras que para una persona el iceberg podría ser la idea dominante de “Tengo que controlarlo todo” para otra sería” Debo hacer las cosas perfectamente”.
Observa detenidamente que bajo tu problema existe un patrón más fundamental con el que debes familiarizarte. Ese problema subyacente es una actitud crónica y permanente hacia la vida:

   - Debo conseguir todo lo que quiero

   - Las personas deben actuar según mis deseos
   - Debo ser aprobado por los demás para ser
   - La vida tiene que ser fácil y cómoda
   - Debo conseguir todo sin esfuerzo
   - Debo disfrutar todo el tiempo
   - Debo tener mucho dinero para ser feliz
   -No enfermaré ni envejeceré ni moriré ni yo ni mi familia

Si comienzas a ver que el problema actual que te molesta no es el problema real de tu vida sino simplemente un síntoma de un patrón mucho más profundo, entonces estarás empezando  a conocer la prisión en la que te hallas y cuando la conozcas lo suficiente   encontrarás la salida.

El primer paso por tanto es ver y reconocer la prisión que has creado y en la que habitas. Son tus demandas irracionales hacia el Universo y las personas las que te mantienen en ella.

Las prisiones más sutiles no parecen cárceles en absoluto. Cuanto más éxito tenemos en el mundo exterior más nos cuesta ver las paredes de la celda que hemos creado.

Cuando se produce algún acontecimiento que no nos gusta, creamos pseudoproblemas y quedamos atrapados en ellos:

“Me han insultado(suceso de la realidad) y me siento herido (mi mente lo
ha añadido)
“Estoy tan solo,(realidad) en realidad no le importo a nadie”( yo lo añadí)
“He tenido una vida dificil,  se han aprovechado de mi” ( he añadido todo, la vida es lo que es, yo soy el que pongo etiquetas)

En realidad la prisión no existe. Mi problema es que no me gusta lo que sucede, no quiero que las cosas sean  así, y la vida no va en la dirección que deseo. A  partir de mis opiniones, reacciones y juicios construyo la prisión en la que me encierro.

Si en lugar de sentirte molesto percibes tus pensamientos y la contracción de tu cuerpo comienzas a ver que el incidente que te ha alterado no es un problema real, tu malestar surge de tu particular forma de ver la vida. Entonces dejarás de lado tu actitud y comenzarás a demoler “ tu sueño”. Poco a poco adquieres una perspectiva más amplia.

Es un trabajo lento y desalentador pero a medido que crece tu comprensión y habilidad, las cosas van más rápido y llegas a ver que no existe ningún problema.

Podemos enfermar, perder el poco dinero que tenemos y aún así no existe ningún problema.
Pero claro, no es así como vemos la vida. En el instante en que aparece algo que no nos gusta, desde nuestro punto de vista, tenemos un problema.

La práctica interior no supone adaptarse al problema sino ver que no existe ninguno.

Es un camino muy distinto al que estamos acostumbrados a transitar.
Lo cierto es que casi ninguno de nosotros desea abandonar la prisión, queremos quedar atrapados en nuestras construcciones, girar en círculos y ser las víctimas e incluso sentir pena por nosotros mismos.
Con el paso del tiempo  puede que incluso veamos que nuestra vida es inapropiada pero normalmente buscamos soluciones que dejan la prisión intacta y a nosotros encerrados dentro.

   Tengo la pierna rota...
   Me he peleado con mi novia...
   Mi pareja no me comprende...
¿Qué es lo que te separa de la vida ahora mismo y te impide ver las cosas como son?

Supongamos que la persona que amas tiene que trasladarse a Europa por motivos laborales durante dos años y que tu debes permanecer aquí. Desde tu punto de vista personal se trata de un problema real; sin embargo desde el punto de vista de la vida, tu pareja simplemente está en Europa y tu sencillamente estás aquí. Eso es todo.  El único problema es tu opinión al respecto.


No siempre podemos modificar el mundo para que se ajuste a nuestras preferencias. Este nuevo enfoque nos ayudará a tomar las cosas como son sin añadirles nada (juicios, exigencias) con lo que se incrementa la capacidad para responder adecuadamente ya que la personalidad deja de obstaculizarnos.


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