LA MUERTE: OTRA FORMA DE SER


Si observamos detenidamente la Naturaleza vemos que todo se presenta en dos polos: Día-noche, caliente-frío, alto- bajo, agradable-desagradable, grande-pequeño, felicidad-sufrimiento, vida-muerte...

Normalmente se piensa que los polos se excluyen mutuamente y aquí reside nuestro error .Lo anteriormente podría resumirse en el concepto  taoísta  de YIN-YANG.

La realidad se compone de unidades pero a la consciencia humana se le presentan únicamente de manera polar.
La vida es ritmo y en consecuencia movimiento. Ya lo dijo Buda: Lo único permanente es el cambio.
Tomemos por ejemplo el caso de la respiración: Primero viene la inspiración y luego le sigue el otro polo, el de la espiración, sin ambos polos no existe lo que llamaríamos respiración. La alternancia entre los polos produce el ritmo. El ritmo , es el patrón básico de la vida. Si eliminamos uno de los polos desaparece el otro.

Otra ley inexorable de la Naturaleza es que cada comienzo lleva implícito un fin, en la semilla está ya el fruto así como también  en el fruto está ya la semilla. Cuando nacemos está programado en nuestros genes que vamos a morir...

Ya decían en la antigüedad: Nada está en reposo, todo se mueve, todo es vibración, todo es flujo y reflujo, todas las cosas suben y caen.
La oscilación se ve en todo. La oscilación hacia un polo determina la oscilación hacia el otro polo. Por ejemplo la capacidad para sentir y sufrir están equilibradas: Una persona que sea sensible y disfrute con las pequeñas cosas también es sensible para el sufrimiento y sufre más que otra que no siente tanto.

Para la Física moderna todo es vibración, los distintos fenómenos se distinguen entre sí por el grado de vibración de la energía.

Así como con seguridad la inhalación se sigue de la exhalación, con la misma seguridad el estado de vigilia es seguido por el estado de sueño y después del sueño viene  el despertar.

También vivir y estar muerto es un ritmo como inhalar y exhalar o el de vigilia y sueño, sólo que su dimensión mayor dificulta al hombre verlo en su totalidad.
La ley de que un polo provoca su polo opuesto también se cumple aquí: La vida nos lleva a la muerte y a la muerte le sigue la vida con la misma seguridad que a la inhalación le sigue a la exhalación.

Vida y muerte son polaridades que por su cambio ininterrumpido se suceden rítmicamente.
Todos los fenómenos siguen la ley de oscilación: El flujo y el reflujo de las mareas, las estaciones del año, la temperatura del cuerpo, el día y la noche.

Si en todas partes puede observarse el patrón rítmico del cambio entre los polos   ¿ Por qué sería justamente una excepción la polaridad vida-muerte? 

¿ Por qué debería detenerse una ley que puede comprobarse en cualquier parte?
Esta peregrinación rítmica del ser humano a través de la vida y la muerte no es una cuestión de fe o creencia sino de capacidad de percepción filosófica.

Es la consciencia  lo que da vida al cuerpo y cuando éste muere se desprende de la materia. 

La muerte no es - NO SER-   sino otra forma de ser polarmente opuesta.

La ley de la polaridad dice que tiene que haber un polo opuesto a algo que llamamos “ Aquí” y ese polo opuesto lo llamamos “ Más allá”.


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