La
sabiduría nos lleva a la pobreza, todo lo que sacia al hombre es la
pobreza, esta llegará cuando el vacío de uno mismo sea verdadero.
El
que se busca anda ebrio de pérdidas.
El
que se busca se sacia de su necesidad.
El
que se busca se alimenta de la nada.
El
que se busca no tiene adonde ir.
El
que se busca se olvida de sus huellas.
El
que se busca no volverá por sus pertenencias.
Mantenerse
en el presente parece ser el destino del que se busca: El estado de
presencia. Lo que sucede, sólo sucede ahora.
El
que se busca ha sido invitado al ahora.
El
que se busca santifica el instante.
El
que se busca considera el presente como un sublime estado de
aventura.
El
alma extrae de las formas lo que estaba oculto tras ellas, pero lo
que se muestra en la superficie es tan sagrado como lo que se oculta
en lo profundo.
El
que se busca se deja iluminar por la sombra.
El
mundo interior se hace cargo del paisaje y es imposible saber si se
va o se viene.
LLego
al corazón mágico de la realidad. el tiempo es abolido en su
presencia.
El
que se busca desciende a lo más alto.
El
que se busca se postra ante el azar.
La
primavera esconde el elixir de la floración y la amenaza del
aguacero. su perfección consiste en la pureza de su
indiferenciación.
La
estructura de lo que existe fluye en multitud de formas, se divide,
reúne, renace hasta la muerte, se encarna, desaparece. Con el paso
del tiempo el cuerpo obedece y es conducido hacia la madre, patria
al fin, inminencia de toda transformación.
El
que se busca se olvida de sus huellas.
El
que se busca descansa en el olvido.
La
esperaba desde niño, la esperaba como abriéndose a si mismo, pero
ella al fin en su humilde majestad apareció allí como algo
inesperado, como una súbita pasión que te abraza sin darte tiempo
para decidir. A veces en el amor pasa lo mismo.
El
que se busca no sufre compañía.
El
que se busca no deja de pasar.
La
muerte es la autenticidad definitiva porque hace imposible al hombre
ninguna experiencia posterior.
Sólo
voy a morir una vez, como sólo he vivido una vez cada instante de mi
vida.
LA MUERTE ES SOLO UN INSTANTE
LA MUERTE ES SOLO UN INSTANTE
La
vida se hizo mundo, algo que late bajo el cielo, algo que brota y se
deshace. La vida después pensó en si misma. Se hizo conciencia y
contempló el mundo como algo ajeno. El mundo no mira al hombre como
algo ajeno.
El
que se busca no pone nombre a ninguna cosa.
No hay
más que esta senda
camino
en soledad.
Mi
única identidad:
El
hecho de estar viajando.
En el
agua hay un reflejo
es
alguien que va de viaje...
Cuando
en la mente no hay ruido
se
escucha la realidad.
Ha
transcurrido un año
el
ciclo se renueva
sigo
andando...
El que
ha roto su espejo
contempla
un rostro sagrado.
Cae la
lluvia
y como
tal me moja.
Ando
expuesto.
Calado
hasta el tuétano
ya me
puedo quitar
el
sombrero de bambú...
Cuando
no hay que comer,
el
frescor del agua.
Las
cosas no existen
cuando
mi corazón no las anhela.
Se
alimenta de luz
el
cuerpo del espíritu.
El
mundo:
Un
pueblo de náufragos.
Cuando
me sitúo
en el
presente,
el Universo ocurre.
Todo
parece obedecer
a su
tiempo
y
acude al horizonte.
Ha
envejecido
hasta
el sonido
de las
gotas de lluvia.
La
vida es el largo puente
que
nunca volveré a cruzar.
Viento
de eternidad.
La
muerte tiene sólo
un
puente de ida.
Entre
las tumbas
brota
la hierba
que no
cesa de anunciar.
Acuciado
por la muerte
que
bien sabe el agua.
Resbalo
y caigo.
Todo
en la montaña
sigue
su curso...
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