Experimentamos bienestar cuando estamos en armonía.
El hombre se ve oprimido por las circunstancias externas y los caprichos de su propia mente, está permanentemente en el conficto de los pares de opuestos placer-dolor, vida-muerte, amor-odio, felicidad-sufrimiento, alegría-tristeza y su desajuste consiste en aferrarse a uno de los opuestos, generalmente el placentero y rechazar el otro.
Normalmente tratamos de huír de todas aquellas cosas del mundo que nos causan incomodidad o dolor y ahí comienzan las complicaciones.
Surge la oposición entre el YO y lo que no es el Yo , o lo que es lo mismo entre el Yo y el Mundo, siendo precisamente esta oposición la que causa sufrimiento.
Todos tenemos un ideal que llamamos FELICIDAD que suele significar la eliminación de todo lo que nos produce dolor aunque también podría ser un estado de adaptación psicológica a través del cual podemos aceptar el dolor y así conquistarlo, más que eliminar los sucesos que producen malestar dejamos de tenerle miedo.
Tememos al dolor, a las carencias, a la enfermedad. Deseando escapar de ellos tenemos cada vez más miedo y luego tenemos miedo del miedo.
Más que eliminar el sufrimiento la alternativa es eliminar el miedo al sufrimiento, aprender a aceptar el lado oscuro de la vida, si la vida tiene un lado luminoso debe tener por fuerza un lado oscuro.
El placer no puede existir sin el dolor, por tanto es absurdo aferrarse a uno de ellos y excluír el otro, negar o rechazar un polo del par de opuestos significa negar la EXISTENCIA en sí misma.
Quien los acepte a ambos se hallará en paz y cómodo con el mundo. A esto se llama verdadera ACEPTACION
Hay que aceptar la realidad simplemente porque es lo que está ocurriendo, lo que ES debe ser aceptado por irracional, feo o insoportable que sea.
Huír del dolor crea un estado confictivo que sólo aumenta el daño.Tenemos que aprender a dejarnos llevar, relajémonos ante la adversidad, éste el el primer paso para vencerla.
En el fondo de todas las emociones negativas está el deseo del escapar pero al intentar escapar acumulamos una tensión sobre otra que había con lo que se produce un interminable bucle de retroalimentación.
A veces intentamos relajar la tensión y ese esfuerzo por relajarnos es precisamente lo que nos impide alcanzarla.
La vida incluye todos los opuestos siendo de este modo un conglomerado de cosas, fuerzas, ideas, planetas, estrellas, árboles, edificios a cuya totalidad no se puede añadir nada y de la que nada puede excluirse.
El ser humano tiene la ilusión de sentirse separado del mundo, mientras esa ilusión exista no podrá darse la verdadera aceptación.
Para alcanzar la paz debemos vencer esa ilusión y ser conscientes de la UNIDAD con todo lo que nos rodea.
En este estado de ACEPTACION o UNION con el Universo estamos más allá de los pares de opuestos produciéndose una tranquilidad espiritual que nos hace dedicarnos alegremente a los problemas de técnicos de la vida sin acariciar ningún tipo de esperanzas o miedos, sin pensar en si esto o eso nos hará felices o desdichados, sino que aceptamos graciosamente lo que la vida nos trae.
El misterio de la vida no es un problema que haya que resolver sino una realidad que tiene que ser experimentada al integrar todos los opuestos.
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