Normalmente tenemos pánico a sentir miedo, pero tener miedo es parte del hecho de estar vivos. Nuestro yo reacciona negativamente ante la posibilidad de perder algo, enfermar o morir.
Si nos comprometemos a quedarnos donde estamos y vivir nuestra experiencia de miedo, aprenderemos a familiarizarnos con él y nuestros dramas acabarán disolviéndose.
Si nos comprometemos a quedarnos donde estamos y vivir nuestra experiencia de miedo, aprenderemos a familiarizarnos con él y nuestros dramas acabarán disolviéndose.
Normalmente disfrazamos el miedo en forma de preocupación , duda, incertidumbre, o ansiedad y tratamos de hacerlo desaparecer o huimos cuando viene; pero a veces nos sentimos acorralados y sin posibilidad de escape. Esas son situaciones muy fructíferas en nuestra vida.
Los momentos en los que nos invade la decepción, la ira, los celos, el miedo son valiosos ya que nos muestran donde estamos atascados. Esos momentos son el profesor perfecto que nos indica donde nos estamos aferrando.
Enfrentarnos al miedo tiene mucho que ver con aprender a soltarlo todo
Para dejar dejar de tener miedo lo que hemos de hacer es dejar de hacernos daño: Permitir que las cosas ocurran, nos gusten o no sin perder el control de nuestras emociones, mantenernos tranquilos, atentos, es decir , estar donde estamos, destruir nuestra fantasía de que hay algún lugar donde agarrarnos, algún lugar seguro al que escapar.
En definitiva, la manera de superar el miedo es renunciar a la fantasía de que las cosas sean como deseamos. El primer paso del camino que va más allá del miedo es ver que nada es sólido ni seguro.
En la base del miedo está la expectativa de que las cosas podrían o deberían ser diferentes de lo que son.
Sentimos miedo porque negamos que el cambio es algo natural: Envejecer, enfermar, perder seres queridos no solemos considerarlos sucesos naturales y en realidad lo son.
Sentimos miedo porque negamos que el cambio es algo natural: Envejecer, enfermar, perder seres queridos no solemos considerarlos sucesos naturales y en realidad lo son.
TENDEMOS A OLVIDAR QUE SOMOS PARTE DEL ESQUEMA NATURAL DE LAS COSAS
¿ Cómo es que se te ocurrió que podrías tener placer sin dolor? Placer y dolor son inseparables, todo funciona en polaridades, es una ley de la Naturaleza que te guste o no tendrás que aceptar.
Renunciar a las fantasías significa no huir de ti mismo, de lo que te hace sufrir, sino vivir el momento presente y volver a la mente simple sin exigencias ni expectativas.
El miedo surge porque queremos tener todo bajo control, cuando en realidad tenemos escaso control sobre personas y circunstancias.
Nuestros miedos suelen estar asociados al sufrimiento que nos produce la impermanencia de todo cuanto existe.

Observa que siempre reaccionamos con dolor cuando no obtenemos lo que queremos, tenemos lo que no deseamos o tememos perder algo que poseemos y nos gusta, pero ¿ Realmente están estas circunstancias bajo nuestro control? ¿ Por qué seguimos tratando de controlar lo incontrolable?
Quizá nuestro único enemigo es que no nos gusta la realidad como es ahora
El miedo como todas las emociones negativas nos indica que hemos decidido colocarnos por debajo de la situación, ya que dependemos para nuestro bienestar de que las cosas sucedan según nuestros deseos con lo cual nos mantenemos anclados en una postura dependiente e infantil: "Cuando obtenga lo que quiero , seré feliz, cuando tal o cual persona se comporte de otra manera, seré feliz, cuando me ayuden, quieran, animen, seré feliz, cuando no tenga problemas ni envejezca, enferme o muera, seré feliz".....