Normalmente vivimos de esperanzas y sueños y realmente nos olvidamos de vivir.
La raíz de todo sufrimiento y conflicto es la división dualista de la experiencia presente. Sufres cuando la vida no está a la altura de tus expectativas. El sufrimiento se debe a la resistencia a como son las cosas, es la guerra al momento presente, hay una exigencia sobre como tiene que ser la vida y como deben comportarse los demás, en definitiva, se produce cuando la vida no nos deja ser quienes queremos ser: Unos seres maravillosos a los que todo les va estupendamente.
Nuestras exigencias irreales nos desconectan de la vida. Vemos el sufrimiento como algo horrible. La ira, el miedo, la tristeza, el malestar no deberían existir, son peligrosos y nos pasamos todo el tiempo escapando de ellos. El sufrimiento se debe a que queremos controlarlo todo pero no podemos.
Cuando sufrimos nos desconectamos de la realidad.
La vida no es mala ni buena, la vida incluye todo lo que hay tanto positivo como negativo. La verdadera sanación ocurre cuando dejas de interferir, cuando cesas de poner condiciones a la realidad.
Vivimos siempre con la sensación de que nos falta o nos sobra algo. Siempre hay un agujero que llenar: Amor dinero, paz , felicidad. o aligerar una carga que nos abruma: Pena, tristeza, malestar, miedo...
Incluso si consigues lo que quieres puedes perder lo que tienes. No hay ninguna clase de seguridad, lo que aparece siempre desaparece. Nada puede protegernos de perder lo que tenemos. El ego quiere vivir a salvo de cualquier pérdida y en última instancia a salvo de la muerte.
Cuando aceptes lo que te sucede dejarás de ser una víctima. Aceptar significa ver las cosas como son realmente y no como deseamos que sean. Algo que solemos pensar es que aceptando el dolor éste desaparecerá. La aceptación con cualquier tipo de esperanza es un rechazo disfrazado.
EL SUFRIMIENTO ES LA FALTA DE UNA PROFUNDA ACEPTACION.
TODO SUFRIMIENTO ES UNA INVITACIÓN A ACEPTAR EL MOMENTO PRESENTE, EL SUFRIMIENTO DUELE, PERO EL DOLOR NOS ENSEÑA EL CAMINO DE VUELTA A CASA.La libertad consiste en aceptar lo inevitable que aparezca en nuestra experiencia presente y desprendernos de todas las ideas sobre como debería ser el momento.
Deja de escapar de lo que piensas y sientes, acepta los pensamientos, emociones, sentimientos y el sufrimiento empezará a caer en picado.
El sufrimiento indica que hay que volver a la Unidad. Las circunstancias no producen malestar, son nuestras respuestas hacia lo que sucede lo que lo provoca.
Sufrimos cuando buscamos maneras de escapar de ciertos aspectos de la experiencia presente y al hacerlo nos separamos de la vida; nos negamos a aceptar lo que sucede cuando las cosas no salen según nuestros planes.
Tenemos que admitir la realidad del momento por mucho que choque con nuestros sueños. Nuestro verdadero hogar está más allá de la dualidad.
Escapamos de lo negativo y ese intento de escapar de la vida es lo que llamamos sufrimiento.
Aceptar las situaciones negativas significa aceptar el dolor que me producen, no significa que me gusten. La aceptación también implica aceptar que no puedo aceptar algo.
Admite la verdad de este momento por muy doloroso que sea, por mucho que destruya tus sueños, admitir significa dejar entrar.
La persona que es víctima de su dolor acaba convirtiéndolo en sufrimiento. Pensamos que la sanación es la ausencia de dolor, de enfermedad, de malestar. La sanación verdadera es dejar de ser víctima del dolor.
No hay ninguna píldora que ponga fin al sufrimiento, cuando dejes de controlar la experiencia presente, éste desaparecerá.
La gran lección del sufrimiento es que prácticamente no tienes control sobre nada.
En realidad la enfermedad y el sufrimiento hacen trizas nuestros deseos de control, cuando sufrimos realmente sufrimos por la muerte de los sueños sobre como deben ser las cosas, sin esos deseos lo único que hay es lo que es.
Mas allá del relato de como habías planeado tu vida, más allá de lo que debería o no debería suceder, aquí estás en el momento presente, surgen toda clase de pensamientos por tu mente, sentimientos de tristeza, malestar, alegría, inutilidad, soledad ¿Quién sabe qué llegará a continuación? Acepta y vuélvete el testigo de la danza de la vida.
NO EXISTE OTRO LUGAR QUE EN EL QUE TE ENCUENTRAS AHORA, NO EXISTE OTRO MOMENTO QUE EL PRESENTE . LO UNICO QUE EXISTE ES EL TODO ABSOLUTO QUE INCLUYE LA TOTALIDAD DE LOS CONTRARIOS, TODAS LAS POLARIDADES: VIDA, MUERTE, FELICIDAD, SUFRIMIENTO, ALEGRÍA TRISTEZA, PLACER, DOLOR.
Siéntate con el malestar, como si fuera un amigo, observa tu deseo de escapar.
Siéntate sin hacer nada con él, sin expectativas de que cambie, admite todo lo que aparece en tu mente y busca el lugar donde sabes que todo está bien , ese lugar es la libertad, si no aparece ese lugar acéptalo también.La vida incluye todo no solo lo bueno, positivo o feliz. Lo que consideramos malo es lo que no nos gusta o tememos. El mundo del pensamiento es el mundo de la dualidad. Para estar vivos y despiertos debemos abrirnos a todo.
Despertar significa admitir que no puedo eludir el lado que no me gusta de la vida. Tendemos a pensar que un día viviremos sin dolor ni tristeza ni miedo.
SI TE SIENTES MAL PREGUNTATE ¿A QUE ME ESTOY RESISTIENDO, QUE NO ESTOY ACEPTANDO)
La mente tiene la fantasía del control absoluto de la realidad, por eso sufre. Deja de tener deseos que no dependan de ti, esto hará que el sufrimiento desaparezca. Dejas de sufrir porque dejas de depender de algo para estar bien, la libertad consiste en no depender de nada, por eso suelta el control.
La resistencia es la base de todo sufrimiento. Si hay un camino a algo mejor está en mirar con los ojos abiertos lo peor y encontrar en ello la más profunda aceptación.
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